Acaricio su negro cabello mientras la escucho dormir intranquila. Respira con paso acelerado. Pasó una noche larga y yo también.
Mi perra no sólo es mi perra. No es sólo una perra y ya. Es mi amiga. Entre mis dedos que con suavidad la acarician trata de descansar.
Quiero pensar que no le duele nada. Quiero pensar que se irá a dormir y despertará de mejor ánimo, como ayer.
Quiero llevarla a pasear hoy también, y a diario.
Quiero abrazarla hasta que decida partir del mundo mientras, con calma, le acaricio su cabello negro, todavía hermoso y brillante como siempre.
Quiero que sepa que no estará sola nunca. Que sepa que yo también lo sé.
Besos y paz para Hava, que ahorita sueña con correr....
te quiero Hava.
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