viernes, 17 de septiembre de 2010

Visitas


Vinieron hace unos días desde la Sierra de Oaxaca. A él lo había visto yo una vez. A ella nunca. De hecho antes de que llegaran pensé que eran otra pareja de viajeros que habíamos conocido....


Traían en la ropa el olor a fogata. A bosque. Su tiempo era también el tiempo de la sierra. Yo a veces no acabo de acostumbrarme. En el eterno trajín de esta enorme ciudad me acostumbro a andar deprisa. Ellos no. Ellos eran la calma. Y la luz de la montaña, y del hongo, y del fuego, y de la paz...


Se quedaron unos días. Para mí llegaron desconocidos. Se fueron como grandes amigos. Me dejaron regalos preciosos. Una mariposa azul, una concha de mar.... el mayor regalo fue que estuvieran aquí compartiendo nuestro espacio.


Este espacio que muchos no han venido a conocer, para los seres de la montaña no está lejos. No hubo excusas. Sólo amor. Lo sentí desde el primer abrazo. Sentí el amor de amigos que tanta falta me hace a veces. Sentí la humedad de la montaña y el deseo del viaje. Sentí al otro. Sentí a la profundidad. Sentí el rechazo a lo aparente, a lo material. No importaba gran cosa. No hacía falta aparentar.


Llegaron más amigos. Vinieron desde Francia y por una noche fuimos seis. Durmieron en el piso todos y dejaron regalos atrás. Amistades que extraño. Amistades que vienen y van. Amistades que están siempre.


Geras está más acostumbrado a estos seres luminosos. Yo no. Me cohíbo, pero me dejo envolver en ese manto de curiosidad. Aprendo a querer sin muros creados por el miedo. Aprendo a ser libre. Ellos vienen y nos hacen libres. Ellos se van y me siento libre. Me quedo con mucho mucho amor.


Ante abrazos calurosos y miradas cómplices. Ante silencio de no conocerse pero de que no hace falta nada que decir. Ante este sentir de unidad entre seres....me siento feliz de que vengan a casa.


¡Que vengan los viajeros! desde la sierra o el mar...que vengan y dejen sus regalos de presencia y de luz. Que llenen el espacio de aire de bosque y de calor, de agua de río. De amor.


Yo amo a los viajeros que vienen a mi casa. Amo a las amistades que comparten mi espacio. Me hacen falta más....¡que vengan más!

1 comentario:

María del Mar dijo...

aunq no conozca por allá... siempre estaré en tu espacio. :)